jueves, 17 de enero de 2008

MARÍA PACHECO



Con motivo del acto que tendrá lugar en Febrero, en memoria de María Pacheco, en Toledo, vamos a ir exponiendo durante estas semanas anteriores nuestro trabajo realizado sobre el papel de la mujer en la sociedad y sus luchas, desde la Edad Media hasta nuestros días.
Comenzaremos con el texto que a continución sigue sobre la vida y obra de "la leona de Castilla".

María Pacheco nace en 1496 en Granada. En 1511, a la edad de 15 años se casa con Juan de Padilla, de 20 años, los cuales fijan su residencia en Toledo. María es una mujer culta, docta en latín, griego, matemáticas, letras e historia. En 1520 Toledo es la primera ciudad castellana que se subleva contra Carlos V en la revolución de las comunidades. Dicha rebelión tiene como base la oposición del pueblo castellano contra el nuevo monarca Carlos V, el cual era un rey extranjero, desconocedor tanto del idioma como de la situación del pueblo castellano, al cual ahoga a base de impuestos para mantener su imperio en Sudamérica y Alemania; y además crea la Junta Santa en sustitución de las antiguas Cortes de Castilla por lo que centraliza más el poder en el Rey.

Todo esto lleva como consecuencia la oposición del pueblo castellano, el cual se subleva contra el nuevo monarca absoluto y su imperio. Por todas las ciudades castellanas se crean asambleas populares entre las gentes del común. El pueblo es dueño de si mismo, ya que estas revoluciones sostenían la idea de que el Poder del Rey no puede estar por encima de la voluntad popular, y la máxima frase que engloba el ideal comunero fue VOX POPULI, VOX DEI; La Voz del Pueblo es la Voz de Dios, además del famoso conocido “Nadie es más que nadie”.

Cada ciudad elige a sus representantes, y no a sus gobernadores. Juan de Padilla, marido de María de Pacheco, es elegido representante de Toledo en la Junta General, una asamblea representativa y deliberativa, que acabó convirtiéndose en un gobierno revolucionario, lo que provoca que Carlos V inicie la guerra de las comunidades en Castilla.

Al principio todo está a favor de los comuneros, pero las cosas empiezas a torcerse y el 23 de Abril de 1521, tras la derrota de Villalar (en Valladolid), Juan de Padilla es asesinado junto con Juan Bravo y Francisco Maldonado.

El 26 de abril llegan a Toledo las noticias de lo acaecido en Villalar, de mano de un servidor de Pedro Lasso. María Pacheco se viste de luto desde entonces y ordena reforzar las defensas de la ciudad, convirtiéndose así Doña María en símbolo de la resistencia castellana y toledana contra los reales de Carlos V.

El 25 de octubre se firma una tregua. Los comuneros evacuan El Alcazar toledano aunque conservando sus armas y el control de la ciudad (María fortifica su casa y la dota de artillería).

En diciembre se pide la rendición de Toledo y la entrega de María Pacheco, aunque los toledanos se niegan.

María de Mendoza, hermana de María Pacheco, consigue de los combatientes una tregua. Durante dicha tregua, María huye de Toledo hacia Portugal, en plena noche, disfrazada de aldeana, llevándose a su hijo de corta edad. Una vez en Portugal se acoge a la protección del Arzobispo de Braga, quien desoirá los continuos llamamientos de Carlos V para que expulse a su huésped.

El 24 de enero de 1523 el rey promulga una real cédula condenando a muerte en rebeldía a María de Padilla. También se ordena el secuestro de sus bienes.

En marzo de 1531 muere en Oporto María Pacheco. Es enterrada en la Catedral de Oporto, por no conceder el rey permiso para que sus restos reposaran en Villalar junto a los de su marido, como era su deseo.

Sus hazañas la hicieron grandemente famosa entre el pueblo castellano, que la llamó cariñosamente, "la leona de Castilla".

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